
La procrastinación….¿Pereza o falta de motivación?
“Son las 14:00 horas y tengo que estudiar para la prueba de pasado mañana, antes de sentarme en mi escritorio y tomar mis apuntes me preparare un café, ya con el café en mano antes de estudiar subiré mis historias a Instagram…creo que dormiré una pequeña siesta antes de estudiar…mejor estudio mañana con mayor claridad”. Este es un ejemplo claro del ciclo de la procrastinación, aplazar y no concretar la actividad que se tenía planeada. La mayoría de las personas se identifican con la procrastinación de ciertas tareas en determinados momentos de su vida por lo cual aprender formas de superar la procrastinación para llevar una vida más satisfactoria es un desafío ante el diario vivir.
¿Qué es la procrastinación?
A menudo la gente confunde la procrastinación con la "pereza", hablan de ella como si fuera un desagradable defecto de carácter, es importante aclarar que la procrastinación no tiene nada que ver con la pereza o flojera. Entonces, si no es pereza, ¿a qué nos referimos realmente con el término “Procrastinación"? La gente suele utilizar definiciones como "aplazar", "posponer", "retrasar", "retrasar”, "dejar para el último momento", todas ellas válidas. Lo que entendemos por procrastinación es....tomar la decisión, sin ninguna razón válida, de retrasar o no completar una tarea o un objetivo a la que te has comprometido, y en su lugar hacer algo de menor importancia a pesar de las consecuencias negativas de no seguir con la tarea u objetivo original.
De esta definición se desprende que la procrastinación es, en cierto modo, una decisión intencionada. Dicho esto, puede ocurrir muy rápido, casi automáticamente, y ser como un hábito, por lo que a menudo puede que ni siquiera te des cuenta de que has tomado la decisión. Otro elemento es que pospongas innecesariamente o no completes algo que te comprometiste a hacer. Por lo general, sustituyes la tarea por algo que es menos prioritario. Y lo más importante es que lo haces a pesar de que hay muchas desventajas en procrastinar. Lo que suele distinguir un "aplazamiento" o "retraso" más general de un problema de procrastinación es lo graves que son las consecuencias negativas que siguen a la procrastinación.
¿Por qué procrastinas?
Ser un procrastinador no significa necesariamente que seas una persona que aplaza todo en la vida, hay muchas áreas diferentes de nuestras vidas en las que podemos procrastinar. Algunas de estas áreas pueden ser más obvias (por ejemplo, los proyectos de estudio o de trabajo) y otras pueden ser más sutiles (por ejemplo, las revisiones médicas, el cambio de nuestra dieta o la rutina de ejercicios). En realidad, cualquier tarea que tengamos que completar, cualquier problema que necesitemos resolver o cualquier objetivo que queramos alcanzar, puede ser una fuente de procrastinación. Para muchas personas, habrá ciertas áreas de su vida que son capaces de mantener al día, y otras en las que reina la procrastinación.
Es importante tomar conciencia de las cosas que suelen distraerle de su tarea u objetivo. No es que estas actividades sean malas en sí mismas y haya que dejarlas. Todos necesitamos cosas placenteras en nuestras vidas, todos necesitamos un descanso de las tareas más duras, equilibrándolas con tareas más sencillas, todos necesitamos tiempo social y distracciones en nuestras vidas, y un poco de sueño puede ser un buen escape a veces. Estas actividades sólo son un problema, cuando hacerlas nos perjudica porque no completamos las tareas u objetivos realmente importantes. Así que la próxima vez que te des cuenta de que estás haciendo una de estas actividades, pregúntate: "¿Estoy haciendo esto como una forma de procrastinar?" Si la respuesta es "No, no hay una tarea más importante que deba hacer en este momento", entonces sigue adelante. Si la respuesta es "Sí, estoy usando esto como sustituto de algo muy importante", entonces quizá debas replantearte las cosas. Sin embargo la angustia que nos causan ciertas tareas que tenemos que realizar por obligación es un factor importante a considerar al momento de evaluar el motivo de la procrastinación, siempre que nos evaluemos mal ante el ejercicio de tal o cual acción puede aflorar la procrastinación como un mecanismo de evasión, en este caso es importante analizar con que herramientas contamos para afrontar una tarea que nos produce rechazo.
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